Hay muchas causas que originan una sobrepresión, pero las más comunes suelen ser la descarga bloqueada en el sistema, el escape de gas o un incendio. Incluso la inspección y los mantenimientos adecuados no eliminarán la aparición de fugas.
Una válvula de relevo de presión es la única forma de garantizar un entorno seguro para el recipiente, su entorno y los operadores.